El objetivo de este articulo es abrir el atractivo mundo de la decoración de figuras de marmolina y alabastrina al aficionado, ofreciéndole información sobre herramientas, materiales y técnicas, aportando ideas para la inspiración personal.
La decoración de figuras de marmolina o polvo de mármol ofrece, dada la dureza del material, múltiples posibilidades de acabados (óleo, hierro, bronce, porcelana, mármol…), facilidad para trabajar las figuras y la ventaja de que las piezas decoradas muestran gran luminosidad y transparencia de los colores, detallismo y su minuciosidad en el acabado.
Se necesitan una serie de utensilios para la aplicación de las distintas técnicas:
Pinturas al agua, acrílicas, acrílicas texturadas, nacaradas, al óleo, barnices, betún de Judea, tintes, oro líquido o en láminas, tapaporos, ceras, disolventes.
La superficie de marmolina y alabastrina se prestan a todo tipo de técnicas con muy buenos resultados, dada la porosidad que presentan la superficies muy adecuada para la penetración de los tintes o pinturas.
Tiene múltiples posibilidades, ya que se puede aplicar el óleo solo, mezclado con otros productos (oro liquido, purpurinas y polvos metalizados, estos últimos se pueden mezclar con los óleos o superponer sin llegar a mezclar) o con una terminación de pátina (betún de Judea).
Con los óleos se debe utilizar pinceles suaves para no dañar el color. Su acabado es mate, aunque también se puede dar un acabado patinado (betún de Judea), metalizado (polvos) o brillante (purpurina) para lo que habrá que aplicar una mano de goma laca o cola blanca para proteger el óleo (bien seco) y después aplicar el betún, los polvos metalizados o las purpurinas, según el acabado deseado.
Denominadas así porque en la decoración de una pieza se utilizan diferentes productos con distintas composiciones (tintes, betún…)
Acuarelas sintéticas: son tintes de colores translúcidos disueltos en alcohol, su coloración es permanente. Tienen una amplia gama de colores. Su secado es rápido por lo que hay que trabajar con agilidad.
Hierro: para imitar este metal se da una pintura acrílica negra, una vez seca se aplica betún de Judea y cera mezclados, después se frota con polvos de plombagina (acabados metalizados) utilizando una brocha dura hasta conseguir el brillo deseado. Se finaliza frotando la pieza con un trapo.
Bronce: para imitar el bronce se da a la pieza dos manos de acrílico verde mezclado con un poco de negro, una vez seco se aplican unos toques de polvo de oro con goma laca, cuando haya secado se dan unos toques con la pintura base muy aguada, casi transparente, para que salga el oro. Seguidamente se aplica una mano de goma laca y, seca esta, se patina con betún de Judea, a continuación se retira con un paño y se frota con tierras verdes (polvos para acabar un trabajo de imitación a bronce o para envejecer una pieza). Por último se retira el exceso de polvos (con brocha seca) con cuidado para no arrastrar en exceso y mantener el óxido característico del bronce.
Porcelana: para imitar la porcelana se utiliza laca de bombillas (pinturas transparentes), se puede aplicar directamente o mezcladas con barniz o con médium incoloro para rebajar los tonos. Una vez pintada la pieza se finaliza con una o dos capas de barniz.
Mármol: para imitar el mármol se utilizan acuarelas sintéticas. El procedimiento sería el siguiente: en primer lugar se da una mano de acuarela sintética incolora, que, sin dejar secar, se mancha con un poco de acuarela sintética negra o siena (según el efecto deseado), antes de que seque se dibujan vetas irregulares con un pincel muy fino. Para finalizar y cuando seque la pintura, se patina con betún de judea y cera, se retira (antes de que seque) y se le aplican varias capas de barniz.
Pátinas: con la pátina se matiza los tonos de la decoración y se da a la pieza un aspecto envejecido. Antes de dar la pátina, es recomendable aplicar una mano de goma laca para proteger los colores.
La pátina se da con brocha sobre la superficie seca y, sin dejar que seque, se retira el exceso con un trapo hasta obtener el tono y efecto deseado.
El producto más conocido y utilizado es el betún de Judea, que se puede aplicar solo o combinado con óleos y ceras.
Barniz: se utiliza como medida de protección en piezas que van a tener un mayor uso o que van a ser expuestas en el exterior.
La elección del barniz depende del efecto final que se quiera obtener en la decoración: en brillo, mate o satinado. El barniz se aplica sobre la superficie seca y sin encerar con una brocha de pelo suave o con pulverizador.
Para la realización de este artículo se han utilizado los siguientes títulos. También se pueden utilizar para ampliar detalladamente la infomación:
– De Vega publicaciones, Manos Maravillosas, Ideas para decorar. (1995. Manualidades: decoración de alabastrina)
– De Vega publicaciones, Manos Maravillosas, Ideas para decorar. (1998. Manualidades: figuras de alabastrina)
– Ediciones granada E.y D. S.A. (1993). Enciclopedia audiovisual de las manualidades: Marmolina)